Qué es el CRO en marketing y cómo mejora los resultados de tu estrategia

Atraer visitantes a tu web está muy bien, pero convertirlos en clientes es lo que realmente hace crecer un negocio.
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¿Qué es CRO? 

Muchas empresas cometen el error de concentrarse sólo en aumentar el tráfico web sin preocuparse por lo que ocurre después. Y aquí es donde entra en juego la optimización del ratio de conversión (CRO). 

El CRO no se trata solo de analizar cifras y porcentajes. Es entender cómo interactúa el usuario con tu sitio, detectar qué le frena y optimizar cada paso del camino para que realice la acción que quieres: comprar, registrarse o contactarte. A veces, detalles como un formulario demasiado largo, un proceso de pago complicado o una página que carga lento pueden ser los culpables de una tasa de conversión baja. 

¿Por qué deberías empezar a aplicar CRO en tu negocio? 

Uno de los mayores beneficios del CRO es que te permite crecer de forma eficiente. En lugar de invertir más dinero en atraer visitas, mejoras el rendimiento de las que ya tienes. Esto significa más resultados con menos esfuerzo y, por supuesto, menos costes. 

Además, optimizar tu web mejora la experiencia del usuario. Es como una tienda física: si un cliente encuentra todo ordenado, puede moverse con facilidad y pagar sin complicaciones, y ¡lo más probable es que vuelva! En el mundo digital ocurre lo mismo. Una web clara, intuitiva y rápida genera confianza, reduce la tasa de abandono y aumenta las conversiones. 

Por si fuera poco, el CRO te ofrece datos muy valiosos. Herramientas como mapas de calor, pruebas A/B y grabaciones de sesiones te permiten descubrir qué está funcionando, qué no y cómo se comporta tu audiencia. Con esta información, puedes tomar decisiones más acertadas y estratégicas. 

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Pasos clave para un proyecto CRO efectivo 

Si quieres optimizar la tasa de conversión de tu web, estos son los pasos que debes seguir: 

Análisis del modelo de negocio y objetivos 

Antes de definir objetivos, debes conocer a fondo tu modelo de negocio. Herramientas como el Business Model Canvas te permiten visualizar aspectos clave como tu propuesta de valor, tus segmentos de clientes, los canales de comunicación y distribución, así como las fuentes de ingresos y recursos clave. 

Esta visión global te ayudará a establecer prioridades y enfoques claros. Por ejemplo, si tus clientes valoran la personalización, tu web deberá reflejar esa propuesta de valor desde la experiencia del usuario hasta el embudo de conversión.  

A su vez, el CRO no solo optimiza las conversiones, sino que también te permite validar y ajustar tu modelo de negocio con datos reales. Cada test A/B y cada mejora aplicada aportan información sobre cómo tus usuarios perciben tu oferta y qué cambios realmente impulsan resultados. 

Una vez que tenemos claro todo el modelo de negocio, es el momento de definir los objetivos o resultados que queremos conseguir, ya sea un incremento en las ventas, un aumento de registros en los formularios, disminución de la tasa de abandono, etc.   

Investigación y detección de oportunidades 

Una vez definidos los objetivos, toca analizar qué está ocurriendo en tu web. Las herramientas de analítica, mapas de calor y grabaciones de sesión son tus mejores aliadas para identificar problemas: ¿Por qué los usuarios abandonan el carrito?, ¿qué formulario está espantando a tus visitantes? La clave está en detectar y priorizar las mejoras con mayor impacto en tu negocio. 

Generación de hipótesis y soluciones  

Después de analizar los problemas, es hora de generar hipótesis: «Los usuarios abandonan el carrito porque el proceso de pago es muy largo». Con esta idea, diseñas soluciones concretas, como simplificar el proceso, ajustar el diseño o eliminar pasos innecesarios. Siempre pensando en hacer la experiencia del usuario más fluida y eficiente. 

Testeo 

Aquí no se improvisa. Cada hipótesis se pone a prueba con métodos como pruebas A/B. Comparas la versión actual de tu web con la nueva propuesta y mides cuál genera mejores resultados. Cambiar un botón, ajustar un texto o rediseñar un formulario pueden parecer detalles pequeños, pero su impacto puede ser enorme. 

Análisis de resultados y validación  

Cuando el test finaliza, toca analizar los resultados. Si la nueva versión mejora las conversiones, ¡se implementa! Si no, se replantea la solución. Cada prueba es un aprendizaje que te ayuda a optimizar otros aspectos de tu web. 

Implementación y seguimiento continuo  

Optimizar no es cosa de una sola vez. El comportamiento de los usuarios evoluciona y siempre hay algo que se puede mejorar. Por eso, el seguimiento constante es vital para asegurarte de que las mejoras siguen funcionando a largo plazo. 

Errores que debes evitar para unas buenas prácticas CRO en tu empresa 

Aplicar CRO no es tan simple como parece. Muchas empresas caen en errores comunes que terminan costando tiempo y dinero. Algunos de los errores más frecuentes que se deben evitar son los siguientes: 

Compararse con otros sitios web 

Decidir cambiar el diseño de tu web porque «parece más bonito» o porque lo está haciendo otra empresa, no garantiza resultados. Cada negocio y oferta son únicos. Las decisiones deben estar respaldadas por datos, no por suposiciones. 

Realizar demasiadas pruebas a la vez  

Si ejecutas varias pruebas a la vez, podrías confundir los resultados, ya que no sabrás en qué medida ha afectado cada cambio. Hay que recordar que cada cambio puede influir en otros, distorsionando las conclusiones. Lo mejor es probar paso a paso y analizar cada variación por separado. 

Descuidar los botones de llamada a la acción (CTA) 

Los botones CTA son clave para guiar al usuario. Los errores más comunes, entre otros, que ocurren en estos botones suelen ser: 

  • Tener colores poco llamativos: Elige colores que destaquen y contrasten con el fondo. 
  • Tener un texto poco atractivo: Usa verbos de acción como ¡Empieza ya! o ¡Quiero mi descuento! 
  • Tener una mala ubicación: Asegúrate de que el botón sea muy visible y esté ubicado de forma estratégica. 

No generar urgencia  

Incentiva al usuario para que actúe de inmediato con palabras como “oferta por tiempo limitado”, o también se pueden incluir temporizadores, o mensajes con las unidades disponibles que quedan en stock, por ejemplo, son elementos que pueden acelerar la conversión. 

Tener un proceso hasta la conversión demasiado largo 

Si el proceso de compra o registro del formulario es muy largo, los usuarios se irán a otro sitio. Simplifica al máximo el número de pasos y pide sólo la información necesaria para la conversión. 

El CRO es un proceso que, aunque requiere dedicación, ofrece resultados reales. Te permite no solo mejorar el rendimiento de tu web, sino también entender mejor a tus usuarios y ofrecerles una experiencia que los motive a quedarse y convertirse en clientes. 

Así que, si tienes visitas, pero las conversiones son bajas, es hora de empezar a optimizar. Tu negocio y tus clientes te lo agradecerán. 

Alejandro Aranda

Digital Marketing en Orbetec

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